TRASPLANTE FACIAL. Más allá de la Cirugía Plástica

Realizar un trasplante de cara es la solución en aquellos casos en los que las intervenciones de estética no bastan. Son operaciones que deben lidiar con la complejidad de las lesiones previas, el reto psicológico que supone para el paciente y las dificultades propias de un trasplante. La revista ‘The Lancet’ recoge en su último…

Valeria Santamaría
9 de agosto de 2022
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Realizar un trasplante de cara es la solución en aquellos casos en los que las intervenciones de estética no bastan. Son operaciones que deben lidiar con la complejidad de las lesiones previas, el reto psicológico que supone para el paciente y las dificultades propias de un trasplante. La revista ‘The Lancet’ recoge en su último número el seguimiento de dos pacientes, uno en China y otro en Francia, que se sometieron a este complicado tratamiento. El primero de ellos es el caso de un cazador chino de 30 años que sufrió graves lesiones en el rostro debido al ataque de un oso en octubre de 2004. El joven estaba seriamente desfigurado: había perdido el labio superior, la nariz, buena parte de la órbita ocular y de la glándula parótida derechas y el hueso cigomático de este mismo lado. Además, el tejido cicatricial de había retraído y las operaciones que se le realizaron para tratar de paliar estos defectos habían tenido un resultado no satisfactorio. Ante el fracaso, el paciente acudió al Hospital Xijing de la ciudad de Xian donde los especialistas en cirugía plástica decidieron que el trasplante era “la mejor opción terapéutica –tal y como relatan en el trabajo publicado en ‘The Lancet’- para él”. La intervención tuvo lugar en abril de 2006 y en ella se empleó un fragmento de rostro de un donante fallecido similar al que había perdido el cazador. Dos años después, y tras haber sufrido tres reacciones de rechazo que fueron rápidamente controladas, “el resultado general es bueno”, según los cirujanos. El caso galo corresponde a un paciente que padecía un neurofibroma (tipo de tumor) que le deformaba el rostro. El Hospital Henri Mondor de Créteil acogió la intervención que culminó con éxito tras 15 horas. Igual que el joven chino, el trasplantado francés sufrió algunos conatos de rechazo del implante, que se resolvieron sin problema, y poco a poco fue recuperando la sensibilidad y movilidad de su ‘nueva piel’. Estas dos operaciones, junto con la más conocida de todas, la de Isabelle Dinoire, son las únicas referencias acerca de este tipo de trasplantes. Precisamente, los doctores que llevaron a cabo esta última intervención, Bernard Devauchelle y Jean-Michel Dubernard, firman un editorial en el que analizan el camino recurrido hasta el momento y los retos a afrontar en el futuro. Hay tres cuestiones en las que hay que mejorar, según estos cirujanos: “La cirugía en sí, el tratamiento inmunológico [para evitar rechazo] y el plano psicológico”. Hay varios puntos a discutir, como el tipo de donante o los mecanismos para lograr la supervivencia del trasplante y evitar el rechazo, y para alcanzar soluciones <>es “necesaria la cooperación de los tres equipos quirúrgicos”. “El cirujano debe mejorar la aceptación social [del enfermo] y no sólo restaurar la expresión de la cara […] Nuestro objetivo principal es devolver una vida normal a los pacientes desfigurados”, concluyen Devauchelle y Dubernard.

Fuente:

http://www.elmundo.es/elmundosalud/2008/08/21/medicina/1219341410.html

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